Lamentamos los hechos sucedidos ayer 16/07/2024 en la I.E. Francisco Antonio de Ulloa (Popayán, Cauca). Ninguna persona debe ser empujada a quitarse la vida por razones de su identidad de género y/u orientación sexual. Quienes vivimos en carne propia vidas diversas y disidentes entendemos lo difícil que es desarrollarnos en entornos familiares, barriales, veredales, urbanos, escolares, universitarios, entre otros, porque sobre nuestras existencias se da el señalamiento constante y la anulación.
Por el momento, tenemos conocimiento que el joven estudió en la I.E. Cristo Rey y que hace un año ingresó a noveno grado al Ulloa; también reconocemos por fuentes cercanas que en la institución actual se respetaba la vida de Daniel Montaño y se le reconocía su existencia diversa-disidente.
Extendemos nuestro abrazo solidario a su familia, amigxs, compañerxs, profesores y demás personas que le conocieron. Y nos ponemos al servicio de lo que podamos ayudar desde nuestra experiencia organizativa.
Hacemos un llamado a las autoridades como Alcaldía de Popayán, Gobernación del Cauca, Defensoría del Pueblo de Colombia, Procuraduría General de la Nación, Fiscalía General de la Nación Colombia, Ministerio de Educación Nacional de Colombia y demás autoridades a esclarecer los hechos. También a las organizaciones defensoras de DD.HH. y diversas-disidentes del Cauca a rodear este caso, para que no se sigan presentando más sucesos como este.
A la Alcaldía de Popayán y a la Gobernación del Cauca les hacemos un llamado enfático para poner en marcha las políticas públicas y a activar todos los protocolos y rutas para que se cumpla el ordenamiento jurídico colombiano en las instituciones educativas y a poner en marcha acciones que cuiden y fortalezcan la salud mental. No en vano en reiteradas circunstancias les hemos llamado la atención sobre la deficiente acción que vienen realizando para garantizar los derechos de todes, todas y todos.
Daniel Montaño Aranda vuela alto hasta donde tu ser pueda tener la libertad de existir sin restricciones, hasta donde haya un paraíso en donde las maricas tengamos un pedacito de cielo reservado, hasta donde el amor sea más fuerte que el odio y hasta donde el único llanto que brote de nuestros ojos sea producto de nuestras alegrías.
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