sexuales y de género en la coyuntura del COVID-19
Las personas LGBTI, maricas, travestis machorras e identidades disidentes de la norma heterosexual, históricamente hemos experimentado una serie de violencias y desigualdades estructurales, que hoy siguen vigentes y se agudizan bajo la actual coyuntura de emergencia social y sanitaria. Es por ello, que las organizaciones y personas independientes firmantes de este documento vemos la necesidad de manifestarnos ante una serie de situaciones que vulneran nuestro acceso y exigibilidad de derechos.
Durante los últimos dos meses, en los que el país ha entrado en una fase de aislamiento obligatorio por cuenta del Covid-19, las personas LGBTI nos hemos convertido en una de las poblaciones más afectadas y en condiciones de vulnerabilidad económica y social, si se tiene en cuenta que la informalidad y el señalamiento social son unas de las grandes problemáticas que nos aquejan. Es por ello que desde inicios de marzo la Gobernación del Cauca incluyó a las personas LGBTI como uno de los grupos poblacionales a ser beneficiado en el programa de ayudas “Cauca Unido y Solidario”, ayudas que serían entregadas en coordinación con las alcaldías y sus respectivos encargados de gestión del riesgo. Un proceso paralelo inició la Alcaldía de Popayán con la misma intención.
Para ello se les solicitó a algunos líderes LGBTI, pertenecientes a la Mesa por Orientaciones Sexuales e Identidades de Género Diversas del Cauca y a la Mesa de Diversidad Sexual de Popayán, que levantaran la información requerida para la entrega de los listados a los encargados de Gestión del Riesgo en sus respectivos municipios. De esta forma, Puerto Tejada, Mercaderes, Timbío, Piendamó, Villa Rica, El Tambo, Santander de Quilichao y Popayán hicieron lo correspondiente durante la primera semana de abril así como Guachené, El Bordo, Argelia, Balboa, Belalcázar y Páez lo hicieron días después. No obstante, una serie de contrariedades se han presentado en el proceso:
1. En algunos municipios no se realizaron las gestiones necesarias por parte de los Comités del Riesgo y las Alcaldías municipales, por tanto, a las personas LGBTI no se les informó que podrían acceder al programa de ayudas, demostrando la falta de interlocución entre las instituciones públicas y las personas LGBTI en el departamento del Cauca. Además, se ha visto limitado el ejercicio de comunicación entre los integrantes de la Mesa
OSIGD y los municipios porque aun cuando en el 2018 se realizó una caracterización departamental de población LGBTI, hasta ahora ni las organizaciones sociales ni los integrantes de la mesa conocen sus resultados, a pesar de haber radicado una solicitud formal en la Gobernación del Cauca para acceder a la información.
2. La demora en la entrega de las ayudas ha puesto en riesgo la salud mental, emocional y física de las personas que se encuentran a la espera de recibir estos apoyos, así como también de los líderes municipales, quienes han sido las caras visibles y han confiado en la Gobernación del Cauca y la Alcaldía de Popayán, poniendo sus nombres y credibilidad en juego por la falta de celeridad y transparencia en el proceso de entrega.
3. Es necesario que las instituciones reconozcan las particularidades territoriales y las dinámicas en las que las personas LGBTI, maricas y disidentes sexuales y de género viven sus experiencias en sectores ruralizados, de tal forma que su exigencia de reconocimiento de derechos no desemboque en más violencias hacia ellos.
4. Se han presentado irregularidades en la entrega de los mercados. Expondremos algunos de los casos: en Mercaderes solo resultaron beneficiadas 4 de las 15 personas que figuraban en la lista enviada a Gestión del Riesgo, siendo descartadas de forma arbitraria las otras 11 personas que cumplían con todos los requerimientos exigidos por la gobernación para recibir las ayudas. Por lo tanto, fue necesario recurrir a la administración local en busca de otras soluciones para que las personas fueran incluidas ante las barreras encontradas en el programa de alimentos de la gobernación.
En Puerto Tejada se presentó un caso alarmante en el que las líderes fueron contactadas por una funcionaria pública de la administración local, manifestando que en la lista remitida figuraba una persona muerta y por lo tanto no podrían acceder al programa; no obstante, se organizó una entrega sin aclarar lo ocurrido, situación que pone de manifiesto la necesidad de procesos institucionales transparentes que permitan hacer veeduría desde la sociedad civil. Sumado a ello, al día de hoy aún 6 personas beneficiadas en la lista no han recibido ayuda a pesar de ser notificadas vía telefónica que se les haría la respectiva entrega.
En el caso de Timbío, se hizo un arduo trabajo de presión y gestión hacia la gobernación y la administración local, para que después de mes y medio, la población LGBTI se viera beneficiada con estas ayudas humanitarias. Pues pese a enviar las listas solicitadas, al
llegar las primeras 1.300 ayudas al municipio ninguna persona LGBTI fue convocada para recibir apoyo, obteniendo como respuesta de la alcaldía que la información por grupos poblacionales no la habían recibido y por tanto las entregas se realizarían con base en el Sistema de Identificación y Clasificación de Potenciales Beneficiarios para Programas Sociales (Sisbén).
Mientras tanto, en municipios como Popayán solo se entregaron 7 mercados a personas LGBTI en situación de vulnerabilidad, y en Villa Rica no se ha brindado ningún tipo de ayuda a quienes figuraban en las listas de entrega. Además en la Alcaldía de Popayán no ha sido posible acceder a la información de las personas que fueron priorizadas para las ayudas, lo que ha impedido realizar el seguimiento a las mismas, la administración ha dificultado el acceso a los datos pese a varias solicitudes.
5. La situación actual requiere que se agilice el proceso de contratación de profesionales LGBTI idóneos para que asuman la coordinación de los programas de diversidad sexual y de género, tanto en la Gobernación del Cauca como en la Alcaldía de Popayán, los cuales vienen funcionando sin tener un responsable a su cargo, que escuche las demandas de la las personas con orientaciones sexuales e identidades de género disidentes, pues toda iniciativa institucional carece de profundidad y contexto al no existir una verdadera incidencia de las personas que habitamos estas experiencias en el cotidiano y que exigimos que nuestros reclamos sean escuchados y nuestros derechos garantizados.
Las organizaciones y personas independientes aquí firmantes manifestamos nuestra firme convicción de continuar exigiendo transformaciones que hagan posible nuestras existencias sin violencias sociales, institucionales, estatales y estructurales.
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